beneficios de ser extrovertido

Los beneficios de ser una persona extrovertida

Los primeros psicólogos que asentaron las bases del psicoanálisis, como Sigmund Freud y Carl Jung, establecieron varios tipos de personas entre los que guardaron un lugar para los introvertidos y los extrovertidos. Estos últimos, las personas extrovertidas, se caracterizan por una facilidad innata para compartir sentimientos, experiencias y vivencias con el resto de la sociedad, algo que no solo les beneficia en lo social, sino en la salud.

Estudios publicados periódicamente vienen a poner de manifiesto que existen beneficios por ser una persona extrovertida. La Universidad de Nottingham y la Universidad de Los Ángeles han publicado resultados de estudios llevados a cabo considerando el sistema inmunológico en los diversos tipos de personas, constatando que las personas extrovertidas tienen un sistema inmunológico más eficiente.

Otros estudios universitarios apuntan a que la creatividad también está asociada a las personas extrovertidas. Pero lo más interesante de ser extrovertido es que se disfruta más de la vida. Los problemas encuentran solución más fácilmente y la ansiedad no tiene cabida.

Ser extrovertido, sin embargo, no supone ser una “casa sin paredes”. Una cosa es tener secretos y otra compartir con los demás los sentimientos, pensamientos y emociones.

Esta virtud de las personas extrovertidas permite que tengan más seguridad en sí mismas y mayor confianza, lo que se traduce en una pronta búsqueda de soluciones eficaces a los problemas que surgen a diario.

En lo laboral también tienen ventajas las personas extrovertidas. Son los candidatos ideales para cubrir puestos de comerciales y atención al público, pero también salen airosos de las reuniones con sus superiores y están más abiertas a los traslados de localidad e incluso de país.

El paso de la introversión a la extroversión

Muchas de las personas extrovertidas que nos encontramos a diario lo son inconscientemente, si bien es posible cruzar la barrera psicológica de la introversión y convertirse en una persona abierta, al tiempo que se aprovechan las ventajas del prisma que presta esta condición.

Hacerse con el don de la extroversión no es fácil, ni un camino que se deba recorrer en solitario. Como otras muchas cuestiones relacionadas con la personalidad la ayuda de un psicólogo contribuye a dar los pasos necesarios en los tiempos adecuados, es el lazarillo que guía al ciego en su camino hacia la visión. Una alegoría de la luz que brilla en la vida de una persona extrovertida.