tarapia familiar

¿Para qué sirve la terapia familiar?

La vida en familia supone un largo recorrido durante el cual, nos habremos de enfrentar a situaciones de muy diversa índole, muchas de las cuales, no van a ser precisamente agradables ni fáciles de sobrellevar.

Complicaciones derivadas de problemas económicos, sociales, culturales, de salud, matrimoniales, de comportamiento, experiencias traumáticas y un largo etcétera pueden tambalear la estabilidad familiar afectando a uno o más de sus miembros.

Llega entonces el momento de buscar una adecuada solución apostando por los profesionales expertos en ayuda al individuo y al grupo en sí. Llega pues el momento de una visita al psicólogo, quien deberá determinar el procedimiento más adecuado en función del tipo de conflicto y sus diferentes factores.

En muchas ocasiones, se recurre a la Psicoterapia, comúnmente conocida como “terapia familiar” que afronta el tratamiento del conflicto del grupo, analizando el origen y estado del mismo para poder incidir sobre él de la forma más eficaz.

La visita al psicólogo servirá entre otros para que éste, determine si el problema radica en uno de sus miembros, el cual estuviese afectando al resto del organigrama familiar, o por el contrario, la gran mayoría o incluso la totalidad de ésta sufriese los estragos de una situación que perturbe a todos.

La terapia familiar implica la asistencia a sesiones que en ocasiones serán de carácter grupal y en otras de acción individualizada y que suelen tener una duración de 60 minutos máximo en la mayoría de los casos.

El objetivo es conseguir que todos empaticen entre ellos, llegar a poner nombre propio al problema y afrontar de forma conjunta su resolución. Para ello será oportuno analizar los roles de cada miembro de la familia y en ocasiones se hará necesaria la combinación de tratamiento médico y farmacológico además del tratamiento terapéutico en alguno de los integrantes de la unidad familiar.

La duración de la terapia varía en función de cada caso, pero de forma general, puede extenderse a lo largo de meses dependiendo de lo espaciadas que sean las sesiones entre ellas.

En cualquier caso, nuestras visitas al psicólogo supondrán al final de todo el proceso haber adquirido unas adecuadas pautas de comportamiento que impliquen capacidad para afrontar los conflictos y proceder a la toma de decisiones, todo ello desde el respeto, comprensión y ayuda a cada uno de sus miembros conociendo la situación en que se encuentran todos ellos Y generando un clima de ayuda conjunta.

Autor: Ismael Limones