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El mal humor del padre causa estragos en el desarrollo emocional y cognitivo de sus hijos

Está comprobado que a lo que al desarrollo de los hijos se refiere los padres son tan importantes o más que las madres. Decía Sigmund Freud “No puedo pensar en ninguna necesidad en la infancia tan fuerte como la necesidad de un padre”. Y es que el amor o rechazo que un padre le de a su hijo afecta tanto a nivel emocional o de autoestima como en su salud mental. La ausencia de padre crea problemas de adaptación en los más pequeños de la casa, sin embargo la presencia del progenitor y su compresión facilita la adaptación y el desarrollo psicológico saludable.

Cómo afecta el estado de ánimo de un padre en sus hijos

Según afirman algunos estudios, un padre estresado o de mal humor puede llegar a provocar depresión y ansiedad en sus vástagos, lo que puede afectar a largo plazo en sus habilidades sociales, como pueden ser la falta de autocontrol y la cooperación con los demás. Se ha comprobado además que este estado de ánimo del progenitor afecta más en los hijos varones que en las niñas, quizás porque son estos los que más se sienten reflejados con la figura paterna.

Un padre que da amor y está presente hace a los hijos más seguros de sí mismos y les ayuda a relacionarse más con el entorno. Suele ayudar a que los hijos brillen más académicamente y son más estable emocionalmente.

¿Qué puede hacer un padre para evitar el mal humor?

Cuando uno sabe que va a ser padre empiezan los temores. No sabe si lo hará bien. En definitiva, se estresa, y ese estrés se ve reflejado luego con los hijos. Por ello hay que saber controlarse y evitar todo lo que cause un mal estado de ánimo, sacar tiempo para uno mismo: un deporte, un paseo, un libro. Y sobre todo expresar siempre como nos sentimos, no vale callarse todo, esta la pareja a la que pedir ayuda en momentos de ansiedad.

Autor: Ismael Limones