Cómo afrontar la famosa cuesta de enero

Cómo afrontar la famosa «cuesta de enero».

Afrontar y superar la llamada cuesta de enero es una de las situaciones habituales en las que atendemos y asesoramos a nuestros pacientes en nuestra consulta de Ismael Limones Silva.

La realidad económica de algunas personas obliga a determinados esfuerzos durante los periodos de Navidad y ello conlleva con posterioridad una serie de complicaciones en el poder adquisitivo de los mismos, que se resiente en ocasiones de forma importante y que se transfiere a su estabilidad emocional por el estrés que ello genera.

La cuesta de enero y sus repercusiones personales: aprender a afrontarla y superarla.

¿Sabemos a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de «cuesta de enero«?. Este término responde a los estragos que se sufren a nivel económico tras determinados excesos o esfuerzos económicos que suelen hacerse en Navidad y que estarían por encima de nuestro presupuesto mensual habitual acorde con nuestros gastos e ingresos.

Al ser inmediatamente después de las fiestas navideñas, coincide con el mes de enero, de ahí que la metáfora de la cuesta simbolice el esfuerzo de subir la pendiente como forma de expresar lo difícil de afrontar el primer mes del año con pagos pendientes.

Esta circunstancia no sólo afecta al ámbito económico, sino que genera una situación emocional que se traduce en

  • Ansiedad.
  • Estrés.
  • Insomnio.
  • Preocupación…

Y puede tener sus consecuencias incluso en la salud física con

  • Falta de apetito.
  • Trastornos del sueño.
  • Trastornos intestinales.
  • Dolores de cabeza.
  • Contracturas musculares…

Pero, ¿Cómo podemos afrontar esa cuesta de enero que nada positivo aporta en nuestras vidas?

  1. La previsión es determinante. No es nuevo que en Navidad los gastos son mayores, en ocasiones para alentar la ilusión y dar respuesta a los sueños de los más pequeños. Como ya sabemos que es una realidad tal vez nuestra economía sea de las que requieren ir haciendo una política de ahorro durante los meses anteriores a estas fiestas para tener un pequeño colchón con el que responder.
  2. Ser prácticos y realistas: debemos ser conscientes de nuestras limitaciones y hacer regalos o tener pequeños excesos o caprichos que no excedan demasiado a nuestra realidad. Es posible hacer regalos de muchos tipos y dedicar tiempo a la familia sin hacer actividades que supongan un importante gasto añadido.
  3. No más gastos a inicio de año: aunque es verdad que llegado el año nuevo tenemos muchos buenos propósitos muchos de ellos relacionados con la salud y la mejora de nuestro aspecto y estado físico, si estamos afrontando una cuesta de enero no debemos apuntarnos a gimnasios, tratamientos estéticos, y similares hasta que no nos hayamos repuesto un poco de los gastos de más.
  4. Probablemente no necesitamos participar de las rebajas: que también aparecen en enero como un reclamo a nuestras inversiones y que realmente, si lo analizamos, en la inmensa mayoría de los casos nos invitan a comprar cosas que bien pensado no son ni básicas, ni vitales ni necesarias.
  5. La angustia, preocupación, etc no nos ayudarán a abonar los gastos extras, por ello es importante no perder la calma que podría reportarnos inútilmente daños físicos y emocionales, sino buscar alternativas para minimizar los gastos, como por ejemplo no comprar alimentos no básicos, comer en casa y no en la calle, disfrutar de actividades al aire libre (senderismo, excursiones al monte, al bosque, por rincones con encanto de la ciudad…)

En nuestra consulta de psicología Ismael Limones Silva ayudamos a quienes nos lo solicitan a afrontar la temida cuesta de enero precisamente sin ello, sin temor per si con previsión, planificación, realismo y serenidad.

Autor: Ismael Limones