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La automedicación en el área de la salud mental

Desde un punto de vista médico y farmacológico, la automedicación es un hábito muy poco aconsejable ya que, por simple que nos parezca, puede que se convierta en el precedente del desarrollo de una adicción. Hoy día estamos habituados a consumir ansiolíticos, tranquilizantes, y medicamentos para provocar el sueño, sin prescripción facultativa. Esta realidad está alimentada por el ritmo de vida frenético que llevamos, en lo laboral y familiar.

En diversos estudios de investigación ha quedado patente que hay un elevado número de personas que creen que los ansiolíticos son inocuos y que los podemos controlar sin problema. Pero la realidad es que el consumo habitual de estas sustancias genera dependencia de los mismos y, por tanto adicción, a la vez que el organismo desarrolla mayor tolerancia, minorando sus efectos; esto hace que las dosis administradas cada vez tengan que ser más altas.

El número de personas que ven en las pastillas la solución a síntomas de ansiedad, estrés u otros trastornos de la conducta, es cada vez mayor. Debemos tener mucha precaución ya que esta solución es rápida, pero implica un alto riesgo ya que se puede llegar a la adicción. Además, el hecho de tener que ir aumentando paulatinamente la dosis, puede llegar a ser tóxico e irreversible para nuestro organismo. En menor medida, también existe el riesgo de tomar una dosis letal en un momento de crisis puntual.

Como norma general, para evitar la automedicación en el área de la salud mental, se recomienda consultar siempre al médico especialista, ante la aparición de los primeros síntomas. En situaciones de estrés y ansiedad, él procurará atajar el problema de forma integral, descubriendo las causas que lo motivan y no atacando solamente los síntomas con que se manifiestan.

Será nuestro médico quien planifique y dosifique adecuadamente la ingesta de medicamentos para que no sean tóxicos ni perjudiciales, dependiendo de nuestra edad, estado de salud y el trastorno que padezcamos. Casi tan importante o más que empezar el tratamiento, es la forma y pauta en que lo iremos dejando, ya que si cortamos a nuestro criterio el consumo, podemos provocar efectos muy graves en nuestra propia salud. Debemos perder el miedo a consultar y confiar en el criterio de nuestro médico, ya que él sabrá cómo ayudarnos de la forma más apropiada, efectiva y beneficiosa para nuestra salud.

Autor: Ismael Limones