Ataques de pánico nocturnos: ¿qué son y cómo controlarlos?

Un ataque de pánico, o de ansiedad, no es algo que ocurre tan solo cuando estamos despiertos y conscientes. Durante la noche, mientras dormimos, también podemos experimentar un estado de miedo que perturbe nuestro sueño.

Estos ataques de pánico nocturnos suelen producirse de forma impredecible, provocando una sensación breve, pero muy intensa, de malestar y preocupación en la persona que lo sufre. Entre sus principales síntomas encontramos:

  • Dificultad para respirar.
  • Sudoración.
  • Hiperventilación.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca.
  • Temblores.
  • Sensación de que algo malo va a ocurrir.

A pesar de que suelen durar poco tiempo, los ataques de pánico nocturnos provocan una gran incomodidad y dificultad para calmarse y volver a conciliar el sueño. Por ello, si sufres uno de ellos es mejor levantarse de la cama y hacer alguna tarea “automática” que no requiera de mucha concentración (por ejemplo, lavarse los dientes o cepillarse el pelo). Si te quedas en la cama dando vueltas te frustrarás y agobiarás más al no conseguir volver a dormirte.

Qué provoca los ataques de pánico nocturnos

Al igual que ocurre con los ataques de pánico que se sufren durante el día, el pánico nocturno puede producirse por:

  • Estrés.
  • Haber vivido una situación traumática de forma reciente.
  • Cambios importantes en nuestra vida.
  • Sufrir algunas patologías como hipertiroidismo o apnea del sueño.
  • Factores genéticos.

Cómo controlarlos

Hay una serie de pautas que se pueden seguir para intentar evitar los ataques de pánico nocturnos:

  • Practicar técnicas de relajación y ejercicios de respiración antes de dormir.
  • Realizar actividades deportivas relajantes como yoga o paseos por la naturaleza de forma habitual.

Además, acudir a terapia psicológica es la forma más efectiva de tratar los ataques de pánico nocturnos. Ya que, con la ayuda de un profesional, podremos averiguar cuál es la causa de esa ansiedad, identificando el origen para, en una segunda fase, poder establecer las técnicas más adecuadas para aprender a gestionarla. Con el objetivo de conseguir prevenir los ataques de pánico nocturnos y aprender a sobrellevarlos mejor cuando aparezcan.

Autor: Ismael Limones