Comer por ansiedad

Comer por ansiedad: adicción a la comida

Una frase que cada vez está más asumida cuando alguien se pone a dieta es: “a mi para adelgazar es que tienen que cambiarme la cabeza”. Y es que, aunque dicho de una forma un tanto brusca, no está del todo carente de sentido.

El estrés y la ansiedad son unas de las principales causas del sobrepeso y la adicción a la comida. Por ello, además del apoyo fundamental de un nutricionista que nos oriente e instruya en cómo comer sano y de forma adecuada, muchas personas necesitan de apoyo psicológico para eliminar la causa de esa necesidad irrefrenable y descontrolada por comer.

¿Por qué la ansiedad nos hace comer compulsivamente?

La comida y en concreto determinados tipos de alimentos tienen un efecto gratificante casi inmediato en nuestro cerebro. Es más, además de resultar satisfactorio en ese momento, determinados compuestos químicos presentes en ellos nos inducen a comer más. Cuando una persona está ansiosa y quiere reprimir o anular esa sensación angustiosa recurre en un gran número de ocasiones a la comida como vía de escape. Y raramente recurrirá a un plato de espinacas o a unas lentejas; las pizzas, dulces, chocolates y snacks será los elegidos. Alimentos generalmente ultraprocesados, ricos en azúcar y saborizantes que nos inducen a comer más.

El problema estriba en que esa sensación de bienestar que pueden provocar ciertos alimentos es sólo momentánea; además, el comer de manera compulsiva durante una crisis conlleva un efecto secundario que puede empeorar la situación: la sensación de haber hecho algo de forma impulsiva y el sentimiento de culpa por nuestra falta de autocontrol.

La ansiedad debe ser tratada, tantos sus síntomas como sus causas.

Una persona no debería asumir que vivir con ansiedad es la forma en la que va a desarrollarse su vida, al igual que el estrés diario no puede convertirse en una forma de vida. Como hemos comentado anteriormente este estrés, sin llegar a ser ansiedad, también puede provocar una relación equivocada con la comida.

Pero la ansiedad puede tener otras causas que no son directamente el estrés y debemos tratarnos por un psicólogo para que nos ayude a buscar nuestro camino para mejorar la situación. Con una terapia psicológica adecuada podemos mejorar mucho nuestra calidad de vida. Y si además buscamos perder peso, disminuir nuestra ansiedad será el primer paso para conseguirlo.

Los síntomas y consecuencias de la adicción a la comida por causa de la ansiedad son tanto físicos como psicológicos

Las principales consecuencias físicas de la adicción a la comida son los problemas médicos causados por una mala alimentación: sobrepeso, diabetes, problemas cardiovasculares, alteraciones intestinales, etc.

Los problemas psicológicos estarán relacionados con nuestro aspecto físico y con nuestra consciencia de la incapacidad de autocontrol. Todo esto no ayudará a que las causas originales de nuestra ansiedad mejoren, en todo caso, tenderá a agravarla o cronificarla. Por ello, realizar un trabajo personal en el que analicemos si nuestra relación con la comida es adictiva y en el que firmemente creamos que hay que cambiarlo puede ser el primer paso para pedir ayuda psicológica especializada.