Ser padres no es algo que venga con libro de instrucciones. Un día lo eres y ya. Empiezas a aprender de los errores, de tu alrededor, de tu hijo, del día a día, de la rutina. No es algo que aprendas en un curso intensivo de nueve meses. Además nadie dijo que sea algo fácil, necesitas tiempo, dedicación y paciencia y si tu hijo padece TDAH, esa dedicación se multiplica por mil.
¿Qué es el TDAH?
Son las siglas de un trastorno llamado Trastorno por Défict de Atención/Hiperactividad. Una afección neurobiológica que se caracteriza por un nivel inapropiado de inatención, es decir, los niños que sufren de este trastorno suelen prestar muy poca atención, se distraen con facilidad y no se concentran. Además suelen tener una hiperactividad e impulsividad que no van con la edad del niño.
¿Qué comportamientos suelen tener los niños con TDAH?
- No escuchan ni se fijan.
- No retienen la información y se les olvida lo que tienen que hacer.
- No interiorizan las normas.
- Hacen y dicen lo primero que piensan.
- No son capaces de atender mucho tiempo actividades que requieran de mucho esfuerzo mental.
¿Cómo debemos comportarnos ante un niño con TDAH?
Una vez diagnosticado el problema, deberás tener muy en cuenta que estos niños requieren una atención especial y deberás tener más paciencia si cabe. Los padres deben tener estrategias que ayudan a su hijo a aprender a autorregularse y autocontrolarse. Para ello deberán instalar unas rutinas, unos horarios, una planificación de tareas y unas normas. Además deberán de trabajar con ellos a partir de fotos, imágenes y ayudarles a entender el pasado y el presente jugando a juegos donde deje volar su imaginación. Así aprenderá más rápido. Ya sabes que es el TDAH y cómo comportarte ante el problema. Pero recuerda, lo más importante es que tengas paciencia, compresión y que le des mucho cariño.