Ante ciertas situaciones de nuestra vida como el fallecimiento de un familiar, estrés laboral, problemas de pareja, situaciones traumáticas, problemas de autoestima, etc. se pueden generar episodios de ansiedad, pena y tristeza recurrentes, desgana ante la vida; ira y enfado continuos … En todas estas situaciones es probable que necesitemos ayuda psicológica para afrontar la situación, pero, ¿cómo saber si necesito acudir al psicólogo?
Son muchos los avisos o indicios que te pueden indicar que necesitas ayuda psicológica. Sin embargo, la primera reacción suele ser pensar que por nosotros mismos vamos a poder solucionar la situación o, simplemente, que es algo normal estar en ese estado. En muchas ocasionas son nuestros familiares o personas cercanas de nuestro entorno las que nos dan el toque de atención y nos abren los ojos ante una necesidad, la de acudir al psicólogo a la que en principio muchas personas son reacias.
¿Cómo puedo identificar que necesito ayuda profesional y debo acudir al psicólogo?
Posiblemente necesites ayuda psicológica si te identificas con alguna de estas situaciones.
1. Tras un hecho traumático nuestra vida se ha quedado bloqueada como en standby, no avanzamos. Nos encontramos en un estado de pena o tristeza permanente. Nada nos alegra y los pequeños detalles que nos pueden sacar una sonrisa lo hacen de forma muy puntual y por un minuto. La depresión es un problema psicológico cada vez más habitual y que puede tener muy diversos orígenes: problemas laborales, falta de autoestima, algún hecho traumático, componente genética… Debemos intentar evitar que la depresión se haga crónica e iniciar una terapia psicológica para su tratamiento.
2. Tu estado de ánimo es una montaña rusa. Lo mismo estás eufórico, supercontento, te sientes capaz de hacerlo todo y comerte el mundo, que a la semana siguiente todo te viene grande, no tienes ganas de nada o te notas sin fuerzas para afrontar tu vida. Estos desajustes sin una causa justificada te pueden indicar que sufres un trastorno psicológico del tipo trastorno bipolar o maníaco depresivo.
3. Cualquier situación más o menos estresante te provoca ansiedad, todo son problemas y no llegas a solucionarlos todos. El estrés sostenido en el tiempo unido a otros factores puede provocar un bloqueo físico y mental y nuestro cuerpo lo manifiesta con dificultades para respirar bien, taquicardias… Mediante la terapia adecuada podemos mejorar mucho nuestro estado y aprender a controlar la ansiedad.
4. Tenemos pequeñas manías, algunas en principio pueden ser inofensivas, pero que nos están complicando la vida (a nosotros y a nuestro entorno) ya que somos incapaces de dejar de hacerlo por el gran estrés que nos genera no realizarlas. En otros casos, esas manías pueden ser hasta peligrosas, para nuestra salud o la de los demás. Si sufrimos un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) debemos acudir al psicólogo para evitar que acabe deteriorando nuestra vida familiar, laboral o social.
5. Notamos que nuestro estado mental no nos permite realizar nuestra vida con normalidad o disfrutar de ella como deberíamos (bloqueo, estrés, ansiedad, tristeza, etc.). Un situación habitual es la pérdida o falta de deseo sexual (tanto en hombres como mujeres) o disfunciones eréctiles en los hombres asociadas a problemas psicológicos. Acudir al psicólogo puede mejorar mucho nuestra calidad de vida.
Saber identificar que necesitamos ayuda psicológica es el primer paso para mejorar nuestra situación. El siguiente paso es buscar al profesional adecuado para que nos ayude a solucionar nuestro estado. En ocasiones es difícil dar por uno mismo el paso de iniciar una terapia psicológica y necesitamos que alguien cercano nos haga ver claramente una realidad que ya intuíamos.