la otra cara del covid los efectos psicologicos

La otra cara del Covid: Los efectos psicológicos

La pandemia del SARS-Cov2, el virus responsable de la Covid-19, ha causado, y aún sigue causando, un importante número de fallecidos diarios. A esto hay que sumar, además, la gran cantidad de personas que sufren secuelas físicas a medio y largo plazo por el hecho de haber pasado la enfermedad.

Pero esta pandemia y todos los cambios y situaciones de estrés que hemos sufrido (confinamientos, limitaciones sociales, distanciamiento interpersonal, pérdida de seres queridos, el uso de mascarilla, etc.) lleva además aparejado consecuencias psicológicas para una parte muy importante de la población. Y aquí se incluyen tanto aquellos que han padecido directamente la Covid19 como aquellos que no se han infectado.

El estrés sufrido en los primeros momentos, la falta de conocimiento del virus y de su tratamiento, así como la incapacidad de atender a tantos infectados hizo que se creara una situación de enorme temor y miedo, que, en muchos casos, ha causado un importante impacto psicológico. Los elevados números de ingresados en las UCIs y de fallecidos diarios, la facilidad con que el virus sesgó vidas en las residencias de ancianos, el miedo al contagio o, aún peor, contagiar a nuestros mayores; todas ellas situaciones muy estresantes que han sido la causa de cuadros de ansiedad.

Centrándonos algo más en las personas afectadas por la Covid, el impacto emocional sobre ellos ha sido en general enorme. El miedo ante cómo se podría desarrollar la enfermedad en ellos, la posibilidad de tener que ser ingresado, o trasladado a la UCI con la angustia de que será de ellos si tienen que ser sedados y entubados…; la preocupación por pensar que hubieran podido infectar a algún familiar vulnerable o incluso culpabilidad por haber generado un brote; vergüenza, también, por haberse infectado. Toda esta presión emocional puede alterar gravemente el estado psicológico de la persona durante mucho tiempo, pudiendo requerir de tratamiento psicológico para restablecer su equilibrio.

Dos casos claramente establecidos como posibles desencadenantes de trastornos mentales son, por un lado, el descrito en pacientes que han tenido que permanecer totalmente aislados en un hospital sin contacto con los familiares durante periodos prolongados; sus interacciones humanas era sólo con los sanitarios que los atendían pero a través de trajes protectores en los que ni podían identificar a la persona que los cuidaba. También se han descrito trastornos psicológicos en aquellas personas que sufren secuelas físicas a largo plazo como consecuencia de la enfermedad y que les incapacitan para poder desarrollar sus trabajos y muchas actividades cotidianas. La falta de conocimiento de las causas de esa sintomatología y de sus posibles tratamientos, sumado a la falta de reconocimiento oficial de que su situación se debe a haber pasado la Covid19, afectan su salud mental. Se están dando cuadros de depresión y ansiedad en las personas afectadas y que requieren de tratamiento psicológico.