No puedo parar de darle vueltas a todo

No puedo parar de darle vueltas a todo

Mi cabeza no deja de pensar y darle vueltas a todo; cualquier cosa, cualquier conversación la analizo una y otra vez. Y si le sentó mal lo que dije; y si es algo malo esta molestia que tengo en el estómago; y si al hacer tal cosa luego es peor;… Y con las palabras “y si” al menos denotamos cierta positividad, pero si lo alternamos con “seguro que” continuado de una frase en negativo como: “seguro que me escuchaba pero no le interesaba lo que dije”; “seguro que mando el currículo pero no me cogen”… Si tu cabeza anda entre condicionales e intentos de predecir el futuro (“y si”) o eres ya vidente (“seguro que”) necesitas poner freno a tu mente y dirigirla a pensamientos más positivos y realistas.

Son varias las situaciones que nos pueden llevar a estar dándole vueltas en nuestra cabeza a todo lo que nos ocurre. Inseguridades, pesimismo, estados de ansiedad; todas son situaciones que podemos mejorar con terapia psicológica o psicofármacos para ayudar a frenar nuestra cabeza y dirigirla a pensamientos o formas de pensar más saludables para nosotros.

  • Inseguridad. Analizamos todo como intentando confirmar que hemos actuado correctamente; que no hemos molestado a nadie; que quizá debería haber hecho otra cosa. Esta inseguridad puede ser debido a un rasgo típico de nuestra personalidad o haber aparecido como consecuencia de una vivencia traumática que nos hace dudar de nuestra capacidad para tomar decisiones adecuadas para nosotros. Sea cual fuere su origen, la inseguridad en nuestra capacidad de decidir y actuar puede suponer un grave problema para nuestra salud mental si lo mantenemos en el tiempo. Por ello es importante que no menospreciemos estas situaciones y acudamos a terapia con nuestro psicólogo para ponerle solución cuanto antes.
  • Pesimismo. Sí, a veces la realidad nos da unos cuantos reveses y cuesta ver con positividad u optimismo el futuro, pero se trata de ser realista, y con esto no queremos decir que tengamos que ser ilusos y no pensar que algo no puede salir mal; claro que sí. El problema es pensar que nunca puede salir bien, y que todo lo que puede salir mal lo hará, ahí está el error. La terapia nos puede ayudar a cambiar el enfoque que hacemos de los problemas y a que encontremos formas de resolución de estos sin entrar en bucle.
  • Ansiedad. En cualquiera de los casos el darle vueltas a una situación en nuestra cabeza de forma constante y en bucle raramente nos va a ayudar a dar solución al problema. Claro que debemos analizar las situaciones y nuestros problemas para poder actuar de la mejor forma posible; pero en nuestro análisis debemos utilizar certezas y hechos probados; y no incluir el infinito número de conjeturas y posibilidades que nuestra cabeza pueda añadir (reales e inventadas). En un estado de ansiedad difícilmente podremos tener claridad mental para analizar con coherencia nuestro entorno, por lo que bajar el nivel de ansiedad y estrés será importante para “dejar de darle vueltas al coco” cuando no es necesario.

Revertir la situación

Vivir la vida en nuestra cabeza como si fuera un teatro dramático con un guion ya escrito en el que todo se complica un poco más o en el que todo que sale mal no es la vida de verdad. Como ya hemos comentado, está claro que debemos analizar nuestros problemas y por supuesto en ocasiones repensar nuestras actuaciones pasadas para aprender y corregir errores, pero esto debe hacerse de manera eficaz y definitoria. Es decir, ser capaces de dar por terminado el análisis, adoptar una decisión final y afrontarla con todas sus consecuencias, el conocido “a lo hecho, pecho”. Que nos podremos arrepentir, puede ser; pero también nos podremos alegrar; y sobre todo, nuestra cabeza no estará ocupada más de lo que debe en “posibles situaciones” y podremos centrarnos más en vivir la vida que está pasando delante de nuestras cabezas y no en nuestras cabezas.

Autor: Ismael Limones