La escucha activa es un importante arma que no sólo utilizamos en psicología de forma profesional, sino que debería ser una práctica que llevemos todos al terreno personal para mejorar muchos aspectos de las relaciones sociales.
Cuando desde nuestro gabinete de psicología de Ismael Limones ayudamos a poner en funcionamiento esta técnica, siempre llegamos a la misma conclusión, que la vida sería muchos más sencilla, fácil y feliz si todos aplicásemos la escucha activa como algo ya interiorizado y natural, sin tener que esforzarnos en ello.
Las bondades de aplicar una escucha activa en nuestras relaciones personales.
¿A qué nos referimos exactamente cuando hablamos de escucha activa?. Se trata de algo que a priori podría parecer muy simple, muy obvio, pero que sin embargo llevamos a la práctica muy pocas veces o bastantes menos de las que deberíamos.
La escucha activa es aquella en la que estamos lo suficientemente concentrados y atentos al mensaje que nos está transmitiendo nuestro interlocutor de tal forma que logramos ponernos plenamente en el lugar de esa persona, practicando una auténtica empatía con su situación y sentimientos.
De esta manera no nos preocupamos de contrarrestar su opinión, ni de comenzar a preparar nuestra respuesta para darle nuestro punto de vista. Escuchamos de verdad, lo que nos acerca profundamente a los demás.
¿Cómo podemos poner realmente en funcionamiento una escucha activa? ¿Cómo saber que estamos desarrollando correctamente esta práctica?
- Estaremos actuando correctamente si no nos distraemos mientras nos hablan. Mantenemos la mirada en nuestro interlocutor, no miramos a otras personas, ni el entorno ni mucho menos el móvil o la TV por ejemplo.
- Si no le interrumpimos su intervención, ni tan siquiera para darle la razón y menos aún para rebatirlo o ponerlo en duda. nos mantenemos atentos, callados, inmersos en su mensaje.
- Nuestra postura es de interés, no estamos tumbados, o con gestos de cansancio, tomando posturas extrañas, apoyando las manos en la cara o cruzamos los brazos en señal de aburrimiento, prisa, hartazgo…
- Esperamos a que acabe y entonces hacemos preguntas directas del tipo «¿Cómo te has sentido con ello», ¿Quieres contarme algo más sobre esto?», «¿Cómo puedo ayudarte?»…por si necesitamos alguna aclaración o incluso usamos frases literales que haya dicho como signo de que lo hemos comprendido y asimilado.
Como especialistas en psicología, en Ismael Limones Silva no sólo practicamos la escucha activa con nuestros pacientes sino que los animamos a desarrollarla y aplicarla en todos los ámbitos de su vida.
En el terreno laboral, de pareja, entre padres e hijos, con amigos…Todo ello nos ayudará a resolver conflictos, ser más comprensivos, pacientes, colaboradores, tolerantes, desarrollando mayores y mejores vínculos con otras personas.