En múltiples ocasiones en nuestra vida nos hemos encontrado en situaciones de esas en las que la vergüenza se ha apoderado de nosotros hasta el punto de desear poder hacer magia y desaparecer de forma inmediata.
Este sentimiento tan habitual en el ser humano puede pasar de ser anecdótico y puntual, del que incluso una vez pasado el tiempo podamos reírnos y recordar el momento con ironía y sin que nos afecte, señal de que estaría más que superado, a ser un denominador común en nuestras vidas, convirtiéndose entonces en un serio problema de autoestima y capacidad de reacción.
En nuestra Consulta de Psicología Ismael Limones, tenemos una dilatada experiencia en el trato con pacientes que ven como la vergüenza se apodera de ellos no en una sino en multitud de situaciones de su vida, conduciéndolos a un bloqueo que les condiciona la vida en todos los sentidos.
La vergüenza: definición, tipos y formas de afrontarla y superarla.
La vergüenza es un sentimiento que nos hace considerarnos a nosotros mismos como vulnerables, inferiores, torpes, incapaces, por debajo de los demás, menos valiosos que el resto.
Está muy relacionada con la vida social, laboral, las vivencias en grupo, en pareja, con nuestros semejantes. Es por eso que lo que en nuestro entorno vivimos nos puede marcar duramente hasta hacer de la vergüenza una parte indeseable de nosotros mismos, de nuestra personalidad.
La vergüenza se presenta en tipos y formas diferentes que en cierto modo la engloban en dos grandes grupos:
- Las situaciones puntuales que nos ruborizan o nos someten sólo en un momento dado a vivencias en las que nuestro sentido del ridículo o de ser el centro de las miradas por una torpeza o error nos convierte en el desgraciado protagonista, pero que lo superamos y no nos martillea constantemente la memoria.
- El sentimiento continuado que nos lleva a autodefinirnos como seres inferiores, desconfiando de nuestras posibilidades, con la certeza de que siempre estamos por detrás o somos menos que los demás y que hagamos lo que hagamos seremos valorados y juzgados de forma negativa o absolutamente insuficiente porque no estaremos a la altura.
Diferenciar si estamos en uno u otro de estos dos grandes grupos será decisivo para saber a qué nos enfrentamos y cómo trabajarlo y superarlo.
Aunque cada caso es un mundo, a grandes rasgos podemos ayudarnos a nosotros mismos a superar la vergüenza con algunos de estos procedimientos:
- Es un sentimiento muy humano, muy natural y en dosis oportunas no es negativo. A todo el mundo le va a pasar más de una vez en su vida.
- No es bueno darle muchas vueltas a una situación en la que te has sentido avergonzado. Lo que sea corregible debe ayudarte a que no te falle la memoria y aprendiendo de los errores, no volver a repetir ese comportamiento, esa reacción inadecuada.
- Si el sentirte así es algo que se repite con asiduidad y en situaciones diversas e incluso muy diferentes, intenta buscar el posible origen de ello. Si es algo que arrastras desde la infancia o por contra está surgiendo de un tiempo a esta parte. Hay que buscar si hay un origen, un motivo que la activó en ti, una persona o personas que te la potencian con intención de anularte y si parece que este sentimiento viene con intención de quedarse.
- No dudes en mostrar tu rechazo e indignación cuando alguien te hace sentirte mal, cuando intente que sientas vergüenza de ti mismo, cuando te humille e infravalore. Una cosa son las críticas constructivas, que debemos recibirlas con capacidad para hacernos pensar y otras aguantar que nos menosprecien. Planta cara a quien haga esto último.
- Busca ayuda de profesionales de la psicología, de las terapias que te ayuden a superar situaciones como la vergüenza reiterada que se están enquistando negativamente en ti y que te bloquea para salir adelante en todos los campos de la vida. En la mayoría de las ocasiones no se puede salir solo y pedir ayuda y aceptarla es algo además de muy acertado muy común y natural. En la consulta de psicología de Ismael Limones estamos preparados para asesorarte y acompañarte para recorrer ese camino que te conduzca a ser nuevamente feliz contigo mismo y a quererte sin miedo.